Muchas veces es necesario dejar un tiempo prudencial para pensar más objetivamente del país al que has viajado. A mi me ha pasado con Cuba. Como ya conté, fue un viaje que tenía en la mente desde hace mucho tiempo. Si soy sincera, desde que vi la película Habana Blues y se convirtiera en una de mis preferidas.
Volví de Cuba queriendo quedarme al menos un par de semanas más. 14 días por Cuba no fueron necesarios para terminar de ver la isla. Volví queriendo regresar. Pero con el paso de los meses (ya van 5 desde que he vuelto), me sigue gustando, volvería, pero veo que Cuba tiene luces y sombras. No será el único país del mundo, por supuesto. Pero puede que a mi haya sido el que más sentimientos encontrados me ha generado, junto con Madagascar, aunque por motivos algo diferentes.
Decir que este es un post con mi opinión sobre mi viaje y las sensaciones que me llevé de Cuba desde el punto de vista viajero.
7 luces de Cuba
Voy a empezar por lo que hacen maravilloso a Cuba. Lo que engancha y hace que quieras volver a pesar de su parte no tan buena.
La calidez de la gente
Era algo que se me había olvidado de viajar. Puede ser porque mis últimos viajes no había viajado a un país en el que también se hablara castellano. Se me había olvidado poder conversar con la gente tranquilamente, sin que el idioma fuera un barrera.
Sí, otros países a los que he viajado, como Myanmar, la sonrisa y amabilidad de la gente es algo indudable. Pero, ¿cómo conocer bien un país si no puedes conversar fluidamente con su gente? En Cuba recordé lo bueno que es tener un lenguaje en común. Puedes pasar horas hablando con cubanos sin que te des cuenta del tiempo.
Además, no recuerdo en Perú haber conversado tanto con la gente de ahí como en Cuba. Puede que fuera porque aquí viajé sola y a Perú fui ya con otros 3 amigos. Sea por lo que sea, me quedo con la cercanía de los cubanos.
Cada lugar tiene un carácter diferente
Dentro de mi viaje a Cuba, pasé por varios lugares y vi que cada uno tenía un carácter diferente. Aunque hablaré más en detalle en próximos posts, os voy a dar mis impresiones de cada uno de los que he estado.
La Habana se disfruta
La Habana es la capital y es una ciudad que engancha, aunque puede que no sea la que más guste de primeras. Es una ciudad con mil y una posibilidades, tanto dentro de la ciudad como en los alrededores.
Puerto de entrada de casi todos los viajeros, La Habana se muestra como la ciudad más cosmopolita de Cuba, moderna, estresante en algunos momentos. Pero con tantas posibilidades que podrías pasarte todas tus vacaciones recorriendo sus calles.
Playa Girón, donde desconectar
Playa Girón, en bahía Cochinos, fue mi lugar de desconexión en Cuba. Primero porque no había wifi. Además de ser un lugar con no demasiado turismo. Pero también porque es un lugar que invita a descansar, al menos durante las horas de día.
Desde sus grandes casas de una planta con porche donde descansar, hasta sus playas tranquilas, como playa los Cocos. Además, tiene el añadido de poder hacer buceo por un precio económico y casi a pie de playa.
Pero esa calma se rompe por la noche de los fines de semana en su único bar/disco del pueblo.
Cienfuegos, tranquila y elegante
Con un centro histórico muy cuidado, Cienfuegos fue la ciudad donde menos turismo vi. Puede que fuera casualidad, pero solo me crucé con un grupo de alemanes y otra pareja.
Sus edificios refinados y restaurados son una delicia. Además de haber conocido aquí a los cubanos más amables y habladores de mi viaje.
Trinidad, donde el turismo en masas ha llegado
Es la ciudad que todos quieren visitar. Y eso se nota. No vi tanta gente durante mi viaje como en Trinidad. El turismo en masas ha llegado a esta bonita ciudad colonial y eso puede llegar a afearla.
En este lugar las casas particulares son las más caras de las que estuve en Cuba. Además tiene el mayor número de restaurantes (muchos, muchos de ellos ya privados). Demasiados grupos organizados pasean por su plaza principal.
Trinidad es preciosa, pero espero que no pierda ese encanto debido a la masificación de turismo que está experimentando. Me habían hablado maravillas de ella, pero me decepcionó esa pérdida de autenticidad en favor del turismo masivo (si eso se puede decir que existe en Cuba).
Santiago de Cuba se baila
Santiago de Cuba fue lo que tenía en mente que sería Cuba. Ciudad vibrante, musical a más no poder. Bonita, aunque eso no es lo que más me gustó.
Sin duda, Santiago de Cuba para mi es la ciudad más bailonga de toda Cuba. Música donde quiera que vayas y, como no, acompañada de baile. Bailé mucho en Santiago. Mucho y mal, pero eso aquí da igual.
Baracoa se come
Cuba, en general, no lo describiría como un país de gran gastronomía. Entiendo que la falta de producto en muchas ocasiones dificulta mucho el cocinar. En las casas particulares se suele comer bastante bien, pero en los restaurantes me faltó algo de sabor.
Pero no en Baracoa. Baracoa es para comérsela a bocados y disfrutarlos. No sé si será por estar algo apartada o por qué, pero la comida aquí es totalmente diferente al resto de Cuba. Deliciosa. También Baracoa es diferente al resto del país. Para mi, esta primera ciudad colonial es como una pequeña isla dentro de otra más grande.
El rico ron cubano y el delicioso café
Lo reconozco, me gusta el ron. En Cuba probé varios y no hubo que no me gustara (tranquilos no tengo un problema de alcoholismo). No sé porqué, pero aquí el ron no sabe igual. Y si lo acompañas con alguna buena conversación, ya no puedes pedir más.
Puede que al ron cubano le pase lo mismo que a la sidra asturiana, que cuando pasa el puerto, se pica. El ron de Cuba cuando deja la isla, se apena y no sabe tan bien.
El café me enamoró desde la primera mañana de jet lag que lo probé. Fuerte, intenso y rico. No necesitas echarle azúcar o leche. Ya conté que el buen café es una de las cosas que echo de menos cuando viajo. Pero aquí en Cuba me dio incluso pena no volverlo a probar, así que me traje algún que otro paquete de café.
Viajar por Cuba es fácil
Vayas adonde quieras ir, viajar será fácil (ojo, que puede ser largo el camino). Siempre encontrarás un autobús o un colectivo que te lleve donde quieras. Alquilar un coche, aunque caro, puede ser una gran opción si viajas con varias personas.
Personalmente viajé siempre en autobús y no tuve problema ni de encontrar asiento ni un horario que me fuera bien.
Se baila como en ningún otro sitio del mundo
No he visto bailar a nadie como se hace en Cuba. La gente lo lleva en la sangre y puede que aprendan a dar sus primeros pasos de baile a la vez que comienzan a caminar. ¿O tienen un músculo o hueso extra para mover el cuerpo como lo hacen? Como dice Alexander Abreu con Havana d’primera:
Nadie baila como yo
Nadie goza como yo
Eso es seguro
A mí me dicen Cuba
Que fue
Cuba me llamo yo
Al entrar a un bar o similar, te quedarás ojiplático con cómo se mueven los cubanos. Salsa, son, chachachá, cubatron, rumba, o lo que sea. A los cubanos no se les resiste ni un estilo de baile. ¿Piensas que bailas bien? Puede que cambies de opinión al viajar a este país. El más bailongo que conozco.
Si sabes bailar salsa o quieres empezar, creo que es un buen lugar para dar varias clases y contagiarte un poco de su ritmo.
La alegría contagiosa
En Cuba me reí, y mucho. También sonreí. El clima, el estar de vacaciones, el ritmo cubano, el quitarme todo el estrés que llevaba de equipaje extra, puede que alguna vez el ron, hicieron que ejercitara esos músculos de la cara que a veces se nos olvidan que tenemos (sobre todo en los oscuros inviernos alemanes). Y reír y sonreír cambia nuestro humor y forma de afrontar el día y conocer un lugar. Los cubanos se ríen mucho, y eso se contagia. Volví a casa alegre y sonriente, más que a la vuelta de otros viajes. Cuba es un país es en el que no es difícil pasárselo bien.
Cuba, isla bella
Como bien dicen Orishas, con otro gran número de cantantes cubanos, Cuba es una isla bella. Si no conocéis la canción, ¿a qué esperas a darle al play?
Es bella en cuanto a paisajes, gente, ciudades, ritmo. Cuba es una mezcla de música, razas, estilos hecha con muy buen gusto. No se puede negar que es una belleza exótica con todas las letras.
4 Sombras de Cuba
Pero todo tiene su otra cara de la moneda. No es oro todo lo que reluce y deberías de saberlo antes de viajar a Cuba.
Precios demasiados altos para el turista
Viajar con un presupuesto bajo en Cuba puede ser una tarea más difícil de lo que piensas. Antes de ir me habían advertido que era caro, así que me puse un presupuesto diario más elevado de lo que hubiera querido.
Desde que quieres coger un taxi desde el aeropuerto al centro de La Habana lo notarás. $25 es el precio estándar. Claro, viajando sola y si no encuentras con quien compartir gastos, viajar por Cuba es un suma y sigue. Sé que viajar sola es más caro que acompañada, pero me sorprendió los precios que tenían.
Obviamente hay precios para cubanos y para extranjeros. Lo entiendo y acepto (no sin algún que otro pero). Un cubano no se puede permitir pagar lo que nos cobran a los extranjeros. Pero en ocasiones los precios son abusivos. Un ejemplo es el taxi, otro la entrada al capitolio. Te ven un dólar o euro con patas. Y aunque sí que es verdad que si viajas tienes algo de poder adquisitivo, no todo el mundo maneja el mismo presupuesto.
Dicho esto, como me había puesto un presupuesto alto diario, al final terminé gastando algo en medio de lo que me hubiera gustado y lo que calculé antes de ir.
No es fácil viajar sola como mujer
No es fácil viajar sola como mujer. Pero no por se un país inseguro. Creo que Cuba es un país seguro a la hora de viajar. No tuve ninguna situación en la que me sintiera insegura, incluso volviendo andando a casa por la noche.
Pero no es fácil viajar sola a Cuba como mujer porque estarás escuchando proposiciones, piropos, etc. constantemente. En Europa esta misma situación casi saldría en los periódicos. Te guste más o menos que te piropeen o te hagan proposiciones o no, llega un punto que te cansarás.
Si no quieres seguir el rollo, lo mejor es pasar de largo o declinar las ofertas. No suelen insistir si no muestras interés. Solo tuve una experiencia mala en Trinidad con un hombre bastante grosero verbalmente.
Empieza a haber algo de masificación turística en algunos puntos
Sobre todo en Trinidad. Espero que sepan regular este exceso de turismo y que no pase como en algunas ciudades Europeas (Barcelona, Londres, París, Lisboa), donde los turistas y viajeros se han apoderado de la ciudad y han perdido cierto del encanto que hizo que llegara el turismo en masas.
Es verdad que en un país en el que el sueldo medio oficial no pasa de $50, el turismo es una fuente fácil y segura de vivir bastante bien. En mi opinión, ningún cubano que vive del turista o viajero vive mal. Esto hace que cada vez más cubanos quieran dedicarse a este sector, dejando de lado, quizá, los estudios superiores.
El turismo masivo no es que sea ahora mismo un problema en Cuba, aunque creo que se está incrementando el número de visitantes anuales. Espero que antes de que llegue es super boom turístico sepan tratarlo adecuadamente y aprendan de los errores de Europa. Mejor prevenir que curar.
Sigue habiendo turismo sexual
Aunque no es el único país del mundo, claro está. Lo había visto antes en Tailandia, Camboya o Madagascar. No me sorprendió, pero es un turismo que me provoca mucho rechazo por demasiados motivos.
Pero lo que diferencia a Cuba de los otros destinos que he dicho antes, es que aquí el turismo sexual es tanto por parte de hombres como de mujeres. Algo que hasta ahora no había visto, al menos tan públicamente.
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