plovdiv

Plovdiv, más vieja que Roma o Atenas

La ciudad búlgara de Plovdiv (Пловдив en búlgaro) es la segunda ciudad más grande de Bulgaria y una de las más antiguas de Europa. Lleva habitada más de seis mil años, por lo que por ahí han pasado de todo tipo de pobladores, dejando constancia de ello por todas partes.
Cuando pensé en qué hacer el primer día en Bulgaria mientras esperaba a que aterrizaran mis amigos, no tenía muy claro dónde ir. Quedarme en Sofía era un poco tontería ya que al día siguiente la iba a visitar en compañía y no se necesita mucho tiempo para ver esta capital. Así que indagué in internet y vi que relativamente cerca estaba esta ciudad. Además estaba muy bien comunicada con Sofía. Así que decidido, iría a Plovdiv.
Fuente en la plaza de la universidad  de Plovdiv
Fuente en la plaza de la universidad
Por la mañana tempranito me levanté para ir a la estación de autobuses. Mi idea era coger el autobús de las ocho de la mañana para estar a las diez ahí y no regresar muy tarde a Sofía. Pero el mundo se puso en mi contra. Primero, la puerta del hostel donde había dormido estaba cerrada. Intenté buscar a alguien, pero nada. Así que como deporte matutino hice salto de valla, no sin ser observada con rareza por un hombre que pasaba por la calle.
Luego intenté sacar dinero, pero el cajero dijo que nanai. Como tenía euros en el bolsillo, tenía la esperanza de cambiarlo en algún sitio por la estación de autobuses. Y así fue ¡Menos mal! pero con estos imprevistos, llegué un poco justa de tiempo.
Cuando fui a la ventanilla a pedir el billete a Plovdiv, la señora me miró con una cara… vamos que se rió de mi en mis narices. No me vendía el billete para las ocho, porque quedaban cinco minutos, pero no me dio alternativas. Así que yo volví a preguntar a ver si me daba para el siguiente, y, con su cara de no haber tenido sexo satisfactorio en mucho tiempo (por decirlo suavemente), me vendió el ticket para las nueve de la mañana. Esto no es que sea un caso excepcional, en Bulgaria la gente no es muy amigable por norma general.
Edificio restaurado en la plaza central
Así que para hacer tiempo, desayuné tranquilamente en la cafetería. Si queréis ir a Plovdiv hay un buen número de autobuses al día. Desde bien pronto por la mañana hay autobuses como mínimo cada hora e incluso a medio día cada media hora. El autobús tarda unas dos horas en hacer el trayecto (que es casi todo autovía). El precio del ticket ronda los 14 LEV (7,5€). Para volver la frecuencia y el precio es la misma.
Uno de los edificios que vio tiempos mejores en Plovdiv
Uno de los edificios que vio tiempos mejores
Ya en Plovdic y habiendo comprobado lo malos conductores que son los búlgaros, me dispuse a descubrir la ciudad. La estación de autobuses está un poco lejos de lo que es el meollo, pero no cuesta mucho llegar , ya que de momento es plano. Pero hasta llegar al centro, se pueden ver edificios un poco decadentes, que tuvieron tiempos mejores y que si estuvieran cuidados serían  imponentes.
Maqueta del estadio romano de Plovdiv
Maqueta del estadio romano
Una vez has pasado la plaza principal (donde se puede encontrar la oficina de correos y la oficina de turismo de Plovdiv), hay una calle peatonal de tiendas que te llevará hasta el estadio romano y la mezquita. Para mi desgracia, estaban restaurando las ruinas romanas y me tuve que conformar con ver un poquito. El estadio se encuentra al aire libre en la calle y no hay que pagar entrada.  También se puede entrar en la mezquita, siempre y cuando nos descalcemos.
Mezquita de Plovdiv
Mezquita
Yo aquí me tomé un descanso porque hacía bastante calor y tenía hambre. En un puesto callejero me compré un súper perrito caliente y un agua. Todo me costó 2LEV. Ya descansada, caminé hacia la ciudad vieja de Plovdiv. Se sabe que se ha entrado cuando se empiezan a subir cuestas. Como muchas otras ciudades, se ubicó entre colinas. Al principio sólo tres, pero luego, al igual que Roma, se ubicó entre siete. Las calles empinadas y empedradas anuncian que no es buena idea ir con tacones por esa zona.
Acogedora calle de la ciudad vieja de Plovdiv
Acogedora calle de la ciudad vieja
En el casco antiguo hay numerosas iglesias ortodoxas, casonas renacentistas, restos romanos, y edificios modernos modernos. Una mezcla que hace que estés atento a cada paso que des.
Calle empedrada con la igleasia de san Konstantin y Santa Elena
Calle empedrada con la igleasia de san Konstantin y Santa Elena
Puede que lo más impresionante que se pueda ver en la ciudad vieja sea el magnífico teatro romano. Así sin más, aparece de repente, muy bien conservado, recordando al viajero que esta ciudad fue un emplazamiento importante dentro del imperio romano. Hoy en día se siguen haciendo actuaciones en él. La entrada vale 3 LEV para los adultos 1LEV para los estudiantes. Pero como ese día era festivo y yo soy estudiante, entré gratis.
Una servidora en el teatro romano de Plovdiv
Una servidora en el teatro romano
Merece la pena quedarse ahí un rato contemplándolo. También ahí se tienen unas vistas buenas de la ciudad nueva.
La casa azul tiene unas vistas envidiables del anfiteatro y la ciudad de Plovdiv
La casa azul tiene unas vistas envidiables del anfiteatro y la ciudad
La entrada a las numerosas iglesias ortodoxas del casco antiguo es gratuita. Hay tres: la iglesia de San Konstantin y Santa Elena (la más antigua pegada a la muralla), la catedral de la Asunción de la santísima madre y la iglesia metropolitana de la Santísima Madre.
Interior de la Catedral de la Asusnción. de Plovdiv
Interior de la Catedral de la Asusnción.
Si no has estado en ninguna iglesia ortodoxa, te chocará el dorado por todos los lados, al igual que los grandes retablos. Teóricamente no se pueden sacar fotos del interior, pero yo en la primera que entré no lo sabía y saqué esta foto furtiva.
Puerta medieval Hissar Kapiya de Plovdiv
Puerta medieval Hissar Kapiya
Si se sale por la puerta de Hissar Kapiya (la única que queda de la época medieval),, se puede llegar a los restos de lo que en su día fue una puerta de entrada a la ciudad romana. Hay que echarle mucha imaginación porque sólo hay unas pocas piedras tiradas en el suelo.
Antigua entrada a la ciudad romana de Plovdiv
Antigua entrada a la ciudad romana
Antes de llegar a mi punto final de la visita, entré a visitar los mosaicos romanos. Se encuentran a cubierto, justo en un paso subterráneo para que los peatones sorteen una de las arterias principales de coches de la ciudad.  Éstos se encuentran en el centro Trakart, abierto casi siempre de diez de la mañana a seis de la tarde. La entrada vale 5LEV si no eres estudiante y 3LEV si lo eres.
Vista general del centro Trakart
Vista general del centro Trakart
No es que el sitio sea muy grande, pero hay numerosos mosaicos bastante bien conservados. Además no había nadie y se puede ver todo a solas y al fresco (que se agradecía). En algún mosaico se ven lo que todos pensamos que son símbolos nazis, pero ese símbolo fue usado mucho antes por varias culturas antes que el  malhumorado señor bajito con bigote austriaco (que no alemán).
Mosaico con símbolos nazis
Mosaico con símbolos nazis
Lo único que me faltaba por ver era el odeón o foro romano. Lo podría haber visto al principio de la visita porque está al lado de correos, pero como no tenía un mapa se me pasó.
Foro romano de Plovdiv
Foro romano
Me chocó ver que estaba justo al lado de una carretera bastante transitada, pero luego me dí cuenta que seguramente lo descubrieron al empezar a hacer las obras de construcción de ésta.
Foro romano con odeón de Plovdiv
Foro romano con odeón
Con la visita de Plovdiv terminada, decidí volver a la capital. Cogí el siguiente autobús y casualmente me llevó el mismo conductor.

2 Comentarios

  1. El Monasterio de Rila y la iglesia de Boyana - Flavia Around the Wolrd

    15 marzo, 2019 at 10:53 am

    […] septiembre, 2014 Durante mi escapada a Bulgaria, a parte de Plovdiv y Sofía, hice una excursión de un día para visitar el monasterio de Rila, pasando antes por la […]

  2. Sofía, mezcla de culturas - Flavia Around the Wolrd

    15 marzo, 2019 at 11:23 am

    […] la capital no te costará tanto como Plovdiv: no hay casi cuestas y está todo muy cerquita. De hecho se puede hacer un recorrido de unos tres […]

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