¿Qué más meto en mi maleta? Cogeré unas fotos de mis padres y hermanos. Otra de Max. Justo ahora que parece que estaba a punto de pedirme en matrimonio, me tengo que ir. ¿Me esperará? ¿Me irá a visitar? Tengo que apuntar su dirección para escribirle. Lo haré todos los días sin falta. ¡Cuánto le voy a echar de menos!
Nada de lo que metí hace dos meses en mi maleta me sirvió aquí, en Auschwitz. ¿En qué estabas pensando Klara? Deberías de haber dejado todo esas cosas inútiles en casa, de las que te desprendieron nada más bajarte del tren de la muerte. ¿De qué te sirvieron ese peine y esas horquillas, si ahora llevas la cabeza rapada? ¿y los zapatos de fiesta si andas entre el barro? ¡Qué engañada me trajeron a esta fábrica de matar!
Ojalá hubiera metido en mi maleta un último abrazo a mis padres, un te quiero más a Max, una última tarde charlando felizmente con mis amigas, un último lo siento a Hanns, un último atardecer junto al río, un último …
Aquí no hay futuro, ni presente, ni tampoco pasado. Solo espero que la dulce bendición de la muerte me saque pronto de esta tortuosa vida y por fin pueda descansar tranquila lejos de este horror inhumano.
El Caldero de Nimue
24 junio, 2016 at 8:12 pmWow…nudo en la garganta…Besito guapa.
Flavia Around the World
25 junio, 2016 at 6:58 am😢😰
Irene Somoza
30 junio, 2016 at 5:59 pmAinssss… qué historias 🙁 es bueno recordar de vez en cuando que esas cosas tan horribles sucedieron. Más en estos tiempos… abrazo!!!!
Ire
Flavia Around the World
1 julio, 2016 at 7:40 amsí y saber que no solo pasaron en los libros o en las películas. Que esas historias fueron de verdad y seguramente la realidad superó la ficción con creces
Un abrazo,
Flaiva
Elvira
3 septiembre, 2020 at 8:07 pm“Ojalá hubiera metido en mi maleta un último abrazo a mis padres, un te quiero más a Max, una última tarde charlando felizmente con mis amigas, un último lo siento a Hanns, un último atardecer junto al río, un último …”
Eso resume todo. Lo único que queda cuando se ha perdido todo. Hasta la dignidad humana.
Un saludo desde Colombia
Flavia
9 septiembre, 2020 at 4:23 pmMuchas gracias por pasarte por el blog, Elvira.
Terrorífico lo que el hombre puede llegar a hacer.
Un saludo,
Flavia