Flavia vs. Flavivirus

Cuando empezamos una aventura, siempre nos la imaginamos con final feliz. Con muchas historias que contar, pero sin ningún percance que nos fastidie el viaje. Nos volvemos con la mochila llena de recuerdos, la cámara repleta de fotos, amigos dispersados por todo el mundo, un par de palabras más en otro idioma. Pero lo más importante, se vuelve con ganas de repetir, de planear el siguiente viaje, de seguir descubriendo mundo y aprendiendo de culturas nuevas.
A mi vuelta de Camboya, me he traído todas estas cosas y alguna más que hubiera deseado no tener que cargar con ella. Por desgracia, a parte de visitar sitios increíbles, también he visitado hospitales, en los que he tenido que permanecer más de una noche.

Una de las cosas que me parece muy importante al hacer un viaje a países fuera de Europa es contratar un buen seguro de viaje que incluya, como mínimo, unos 15.000 euros en gastos sanitarios. En este viaje he podido comprobar su importancia. También es imprescindible ir al médico y ver qué vacunas se necesitan para viajar al país. Por desgracia no existe vacunas para todo. 
Bueno comienzo con mi historia para no dormir.
Estaba yo en la playa, relajándome de unos días de bastante viaje. Tenía previsto hacer unas excursiones por la zona y los parques naturales. Pero a mi vuelta de una de ellas, me encontré bastante mal: escalofríos, dolor de cabeza, fiebre… nada que a ninguno no le haya pasado antes. Así que decidí meterme en la cama y tomarme algún ibuprofeno que otro para bajar los casi 40º grados que marcaba el termómetro. No dio mucho resultado, así que al día siguiente estuve todo el tiempo en el hotel durmiendo y drogándome. Al final del día, ya casi no tenía fiebre. Así que decidí poner rumbo a los montes Cardamomos para hacer un trekking por la selva, incluyendo noche durmiendo en una hamaca (ya os contaré con más detenimiento esto). 
Durante la caminata, mientras cruzábamos un río, me caí de bruces contra una roca y me hice una pequeña herida justo debajo de la rodilla izquierda. El golpe fue grande, pero no me impidió continuar. A la mañana siguiente, tenía la herida algo hinchada, pero era normal por el golpe. Cuando terminamos el trekking, como jarreaba, decidí volverme a la capital para al día siguiente ir a la costa de nuevo.

Mi pierna herida después de la caída
Mi pierna algo menos de 24h después de la caída

Pero nunca llegué a ir. Cuando me levanté a la mañana siguiente, el 1 de noviembre, el hinchazón se había convertido en una nueva rodilla y se empezaba a notar un segundo huevo. Así que llamé a mi seguro médico para ir a algún sitio y que me vieran la herida. Después de que el seguro se pusiera en contacto con la sucursal de Asia, me llamaron para notificarme que debía de ir al Royal Rattanak Hospital, que debía llevar el pasaporte y que me estarían esperando. Así que, como pensaba que me darían un antiinflamatorio y poco más, únicamente cogí lo básico: pasaporte, hoja del seguro médico, algo de dinero para el tuk-tuk y el móvil con bastante poca batería.

En cuanto llegué al hospital (de gerencia tailandesa) sabían quién era y por qué estaba ahí. Así que después de rellenar algún formulario, tomarme la tensión y pesarme. me metieron en la consulta. Nada más ver la herida me dijeron que me la tenían que abrir porque tenia una hemorragia interna e infección. Os imagináis mi cara en ese momento, debí de palidecer. Se me quitó todo el moreno de golpe.

Me pusieron anestesia local y me abrieron la herida (unos cuatro centímetros). Pero para mí que no estaba del todo dormida, porque vi las estrellas y algún universo muy lejano cuando me estaban limpiando y curando la herida. La dejaron abierta, ya que todavía no estaba limpia.

Pierna vendada en el hostipal
Mi pierna vendada y peli con subtítulos en chino.

 Ahora tenía dos opciones: quedarme dos días en observación o ir al hospital los dos días siguientes para limpiar y ver si seguía la infección. Eso suponía quedarme mis últimos días en la capital, cosa que quería haber evitado en mi viaje, y no moverme mucho. El presupuesto para pernoctar en pensión completa en este lujoso hotel camboyano era de $2.000 por dos noches. Ahí es nada.

Pero lo peor estaba por llegar. Antes de que llegasen los resultados de los análisis, la herida empezó  a sangrar bastante. Vamos, que no paraba. A los dos minutos llegaron los resultados y mi nivel de plaquetas estaba por los suelos o algo más abajo. De ahí que me sangrara tanto la herida. Me volvieron a curar y me pusieron una venda tan prieta que dejé de sentir los dedos del pie por un rato. Me preguntaron que si había tenido fiebre o si me sentía mal. Obviamente dije que sí y que además hacía unos cuatro días que casi no comía porque no tenía hambre y todo me sabía mal. ¡Incluso una cerveza que tuve que dejar a medias! Y sí, los resultados dieron positivo en DENGUE. No me dijeron el tipo de dengue que tenía, pero estaban preocupados por si tenía alguna hemorragia interna. Así que no había opción, me tenía que quedar en el hospital si o si. Lo que es peor, me dijeron que debería de estar más tiempo, dependiendo de como evolucionara. Ahora el presupuesto subió a $9.000.

Mosquito portador del virus del dengue
Este es mi amigo, el mosquito hembra que transmite el dengue.

Mi primer día lo pasé en la UCI, vigilándome cada hora, con antibióticos, suero y diuréticos por una vía y transfusiones de plaquetas por otra. No me faltaba nada, estaba a cuerpo de reina. Incluso me trajeron el menú para ver que quería comer. No tenía hambre, pero me obligaban a hacerlo. Al día siguiente, después de darme morfina porque el dolor de la pierna era insoportable, curarme de nuevo, me dijeron lo que más o menos sabía: debía permanecer hasta el 7 u 8 de noviembre ahí, ya que aún tenía dengue, mi nivel de plaquetas no había mejorado en absoluto, la herida seguía con infección y la hemorragia no se había parado del todo.

Entonces me di cuenta: ¡Tenía todas mis cosas desperdigadas en el hotel y no tenía batería en el móvil para avisar a nadie! Lo que es peor, mi hermana sabía que había ido al hospital, pero hacía un día que no daba señales de vida… Os podéis imaginar su preocupación.

Ahora viene la parte cómica de la aventura. Tras comentárselo al médico, decidieron que lo mejor era llevarme al hotel a coger mis cosas. Ni cortos ni perezosos, me pusieron en una camilla, me metieron en una ambulancia y rumbo al hotel. Cuando llegamos, fui la atracción de la calle durante todo el rato. Me sentía demasiado observada. Después de recoger todo, vuelta al hospital. Solo faltó que sonaran las sirenas.

En el hospital Ratakanni Internacional de Phnom Penh en Camboya
Yo en mi habitación del hospital

A la vuelta, me subieron a planta. Tenía una habitación para mi sola, con baño, tele, sofá, mesa, sillas, frigorífico, microondas… Vamos que creo que era mucho mejor que los hospitales públicos de Europa (o por lo menos los de España y Alemania, que son los que conozco).  Y ahí pase los días hasta que el 7 me dieron el alta, sumida en una rutina: 6:00 primera toma de tensión, temperatura y análisis; 8:00 me traen lo único que comía con ganas mi croissant y mi zumo de sandía; 10:00 viene el médico a verme la herida; 14:00 como lo que elijo; 21:00 vuelvo a cenar. Entre medias de todo esto, veía la tele (vi más películas que en un año), leía, venían a controlarme o ponerme más drogas y un par de veces me llevaron en silla de ruedas a que me diera el aire. Por la ncohe siempre me preguntaban si necesitaba una pastilla para dormir… No creían que pudiera dormir tranquilamente por las noches sin ella. ¡Con lo bien que se me da dormir!

Comida en el hospital camboyano Rattakanni Internacional
Ensalada de cordero, tenía buena pinta aunque no probé mucho

Durante este tiempo, me hicieron una segunda transfusión de plaquetas porque no parecía mejorar. El lunes cinco, el dengue desapareció. El seis me dieron dos puntos mal dados para cerrar la herida que había tenido abierta desde el jueves y pudiera viajar con más seguridad (no es muy recomendable hacerlo con una herida abierta). Y el 7 salí del hospital cargada de medicamentos y vendas, ya que me tenía que curar todos los días y tenía por medio un viaje de un día.

 El viaje de vuelta duró unas 24 horas desde que salí del hotel hasta que estuve ya en mi casa. Conseguí que me dieran tres asientos para mi sola y poder poner la pierna en alto. Pero aún así, la pierna se resintió bastante. Al día siguiente cuando fui al médico ya en Alemania, tenía la pierna muy hinchada y casi entera morada, cual morcilla de Burgos. Después de comprobar que no había nada más que la herida, volví a casa para estar de reposo casi absoluto y con la pierna en alto. Estuve yendo al médico cada dos días durante tres semanas. Después de una cicatrización algo más lenta de lo normal, ya puedo andar bien, la herida está cerrada y solo falta que no deje demasiada cicatriz. Aunque eso, es lo de menos.

La parte positiva de todo esto es que ahora ya estoy vacunada contra dengue hemorrágico. Además, corre sangre camboyana por mis venas y estoy pensado en pedir la doble nacionalidad.

Y por supuesto muchísimas gracias a todas y cada una de las personas que me han ayudado a recuperarme y se han preocupado por mi. Gracias, Danke,  អរគុណ.

seguro viaje IATI
paso a paso creciendo de viaje

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13 Comentarios

  1. Carlos Salinero

    11 diciembre, 2012 at 10:59 am

    Vamos Patatiusky que lo q no te pase a ti… no me jodas! por cierto tu tio Moisés no me dijo ni media 🙁 jeje!! en cuanto llegues a Spain no vemos

    1. Flavia

      11 diciembre, 2012 at 3:38 pm

      Pues sí que lo sabe aunque no hace mucho la verdad. No sé cuando sería la última vez que os visteis.

      En breves te cuento en persona

  2. Tutto

    11 diciembre, 2012 at 11:41 am

    Qué ganas tenía de leer esta historia, es de las típicas que salen en Max o Explora últimamente en España, lamento que te hayas tenido que pasar mas tiempo del necesario en cama y encima en un hospi, pero te cuidaron genial (sólo con ver los precios..asusta).
    No comento nada más, sólo que en pocos días te veo y te achuco.

    P.D: Ya te contaré la movida que tenia en mi cabeza con lo que te había pasado, pero entre todo lo mas molón era que te habían cortado un cacho de gemelo O.o

    1. Flavia

      11 diciembre, 2012 at 3:39 pm

      ¡¡¡Pues haberme preguntado!!! Que ya me habías puesto la pata de palo y todo jiji

  3. Toni Ródenas

    16 junio, 2013 at 3:26 am

    Hola Flavia, soy Toni de conmochila. Madre mía que historia… Recuerdo cuando escribiste el comentario en la web sobre tu "experiencia"; pensaba que me estabas tomando el pelo 😉 Yo pensaba "esta chica trabaja para el seguro", ajajajja, qué recuerdos. Me alegro que todo fuese bien y nada, solo saludarte desde Phnom Penh donde me encuentro ahora!!

    1. Flavia

      17 junio, 2013 at 6:45 am

      ¡Hola Toni! Ya sé que estás ahora por Camboya, suele leer los post de conmochila (que por cierto me encantan y me dan mucha envidia sana e insana a partes iguales)

      No eres el primero que cuando lo conté no se lo creía y la verdad que es para no creérselo 😛 Por suerte todo salió bien y ahora solo tengo "un tatuaje camboyano" debajo de la rodilla izquierda.

      Pásalo muy bien por ahí, yo tendré que volver a completar mi viaje, aunque de momento este año me voy para el otro lado, a Perú.

  4. Gaolga

    6 abril, 2015 at 9:56 am

    Que historia! 😮 terminar un viaje desde tan lejos en el hospital no ha de ser muy agradable pero ni modo, la salud primero…

    Y a todo esto tienes idea de en que momento te habrá picado el mosquito?

    Saludos!

    1. Flavia Around the World

      6 abril, 2015 at 9:14 pm

      ¡Hola de nuevo Gaolga!

      No es lo que uno espera como broche final de un viaje, pero ahora ya es sólo una anécdota más 🙂

      La verdad que me lo han preguntado varias veces. No tengo ni idea de dónde me pudo picar. Dicen que los síntomas tardar de 2 a 7 días en aparecer. El sitio que tiene más posibilidades es Siem Reap, pero podría haber sido en el viaje en barco a Battambang o incluso en Kampong Thom. Pero nunca lo sabré…

      Saludos desde Stuttgart!

  5. Irene Somoza

    9 octubre, 2015 at 11:47 am

    Ayyy!!! navegando por el blog he llegado a esta historia… pobre!!! tuvo que ser bastante impactante todo!!

    Anécdota para contar, ¿eh? 😉

    Si de esta no me convenzo de que el seguro es vital es que soy muy tonta 😉

    Un abrazo!

    Irene

    1. Flavia Around the World

      9 octubre, 2015 at 1:01 pm

      En el momento no lo pensé mucho, o no quise. Mi primer viaje sola y a Asia y me pasa esto… pero bueno un mosquito puñetero no me quita las ganas de viajar 😀

      Ya de vuelta a casa, me di cuenta de la gravedad del asunto….

      Ahora es una historia "de guerra" que contar y una cicatriz bastante grande en forma de lagartija en mi pierna.

      Lo del seguro de viaje, desde entonces, lo recomiendo al 100%.Imagínate estar en el hospital y preocuparte porque además tienes que pagar $9000….

      Un beso y feliz viernes,

      Flavia

  6. Aitor Molinero Bozas-urrutia

    5 enero, 2019 at 2:19 pm

    Hola Flavia,
    He caído en tu blog de casualidad! Oye el diagnostico de dengue hemorragico en que se basan para dartelo? si no hubieses tenido la herida quizas no hubiese derivado en demorragico?
    Lo digo porque yo nada mas volver de un viaje contraje dengue, fui tratado en el Ramon y cajal de Madrid y tuve las plaquetas al mínimo; pero no tenia heridas y no se sí influye en el diagnostico
    Salu2 viajeros ; -)

    1. Flavia Around the World

      10 enero, 2019 at 6:15 am

      Hola Aitor,

      El dengue hemorrágico hace que los niveles de plaquetas bajen a niveles casi a 0. En el caso de darte algún golpe o tener alguna herida, si no se trata bien, puedes desangrarte (incluso volando por los cambios de presion). A parte de los análisis de sangre, a mí me hicieron el test específico de dengue al momento de ir. Ahí es muy normal contraer este virus en Camboya, así que casi lo saben en cuanto te ven pasar por la puerta 😉 Creo que se basaron en los resultados de este tests para determinar que tipoqué tipo de dengue es, además de modelado plaquetas.

      Tengo todavía todos los resultados de los análisis por casa, un buen taco 😉 y fue cuando volvi a casa cuabdo vi la gravedad del asunto. Creo que al estar sola, no me contaron todo al 100%, para que no me preocupara de más

      Un saludo,
      Flavia

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